sábado, 10 de abril de 2010

En las Noches o Madrugadas...





Noches o Madrugadas

En las noches o madrugadas como esta en las que no puedo conciliar el sueño que parece estar disuelto y escondido dentro de sabanas y colchas, dormitando en otra almohada, trato de dormir con la ayuda de momentos gratos guardados en mi memoria, ¡ y cuáles son esos momentos gratos diría, yo! Tal vez serian las sonrisas de los seres que quiero y amo o simplemente lo que efímeramente se conoce como felicidad, mi felicidad personal. Ayer por la tarde tuve la oportunidad de ver a Yara Daniela sonreír extrañamente, después de mucho tiempo de esperar verla porque no había llegado a la oficina a recoger el regalo que le había comprado (un Bob Esponja y un Patricio Estrella), llego y al verla solo le pude decir…. Espera, espera, cierra los ojos, ella los cerro sin vacilar y después de un rato los abrió, cuando observó lo que le estaba entregando no dijo ni una sola palabra y se fue corriendo rápidamente hacia la cocina no pude ver su expresión de los pies en polvorosa que dio, antes no se fue de bruces, después de un rato mientras yo limpiaba unos corazoncitos hechos de plata medio rústicos apareció atrás de mí y me dijo quién te dijo , dime quien te dijo que me gusta Bob Esponja …. Yo conteste muy animado…. Pues quien más… tú me lo has dicho…. Ella sonrió y sin voltear hacia ningún lado solo contemplo mi rostro y pude vislumbrar lo que ya hace tiempo anhelaba ver, felicidad…. Si felicidad algo que en a mi poca experiencia puedo llamar como felicidad, algo que no puedo describir ni contar, o quizás era una alegría estruendosa para no causar controversia. No la había mirado tan alegre después de aquel suceso desagradable, cuando llegue y encontré sobre el suelo a su mamá que se había desmallado en ese entonces solo pude observar que en sus ojos había pánico, indague que tenía ganas de llorar o gritar y lo único que pude hacer fue acercarme a ella y decidir… no te preocupes tu mamá va estar bien y ella sin titubear me abrazo con mucha fuerza y ternura ... yo en ese momento no sabía que hacer, llegue a tener miedo de abrazarla porque no la conozco muy bien, además tenía miedo de sentirme humano, pero correspondí a su abrazo no se porque lo hice tal vez necesitaba yo también un abrazo de alguien o los dos estábamos tan aterrados que buscamos a alguien a quien abrazar para reconciliar nuestros miedos, nos quedamos un buen tiempo a brazados mientras que Lupita, Edson, Papá y mi Tía, auxiliaban a su mamá. Pero no vale la pena escribir más líneas de aquel trágico incidente.

Yara Daniela una vez más menciono, dime…. dime quien te dijo que me gustaba Bob, y yo volví a responder de nuevo, tú…. no has de ver puesto atención Yara le dije…. Y solo me dio un abrazo y se fue corriendo nuevamente a platicar con su hermana de aquel regalo tan maravilloso que le había entregado.

Ahora que lo pienso es bueno acordarse de lo bien que se siente ver a los seres queridos estar contentos Yara me recuerda mucho a alguien que he mencionado mucho ya y no vale la pena hacer más hincapié… solo escribiré que aquella personita me hacía pensar que el reír es algo muy especial (la niña de las uñas pintadas de negro).
y solo espero alguno de estos días tener una hija como Yara jajaja si es que me llego a casar.

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