jueves, 25 de marzo de 2010

Sabes quien soy Yo



Sabes quién soy yo, el que se convierte en rocío cuando está lloviendo para no mojarte.
La sombra que te protege de los rayos del sol cuando te lastiman.

El viento que acaricia tu pelo todas las mañanas y en las noches te toca tu rostro para hacerte saber que no estás sola.

Las hojas que caen de los arboles sobre tus hombros con el simple gesto de poder estar lo más cerca de ti.

El que se convirtió en azúcar para al menos poder endulzar tu café y que él se hizo miel para tan siquiera dulcificar tu avena.

El lápiz chiquito al cual sacas y sacas punta, el que te ayuda a escribir mensajes secretos, la pluma que jamás derramo tinta sobre tu cuaderno.

El pincel con más desgastado por la pintura.

Aquel que pinta letreros, señales, bosquejos solo para que encuentres tu camino a casa cuando te encuentres perdida.

La linterna que te alumbra entre la penumbra y las sombras.

La canción que te da aliento, la que repites una y otra vez en las mañanas.

El sueño más agradable que has tenido.

El que miro tus ojos y se convirtió en lágrima para poder limpiarlos.

Aquel que no te ha visto, que no te conoce, pero sabe que te aceptaría con defectos y virtudes que no te haría cambiar, el que te diría te quiero sin basilar, el que te entregaría la vida al decir te amo.

Aquel que con lágrimas en los ojos y con la boca bien cerrada de tanto quererte hablar se ha mordido los labios por no poder hacerlo, el que aún sigue rezando por ti para que el universo te otorgue la más inesperada dicha, ese soy yo el tonto que cree en milagros, aquel que daría su vida por salvar la tuya , el que te quiere decir hola para que le digas adiós, el que te sueña, el que te pinta, al que se le van las ideas al escribir esto porque simplemente ya no sabe que escribirte, aquel lucero que te cuida desde lejos, el amigo imaginario que jamás te ha olvidado y es que con el tiempo mis ojos se han cansado de sentir, de rociar lágrimas y mi cuerpo está agotado de tantos escalofríos y estoy desesperado de no saber quién eres tú, desearía poder mirar tus ojos y no dejarlos de ver, poder tocar tu rostro y sentir lo suave que es, poder besar tus labios y saber a qué saben, poder darte aquel abrazo que nunca te he dado y decirte que te esperado tanto que hasta el tiempo que se cansó de esperar , aquel que es la excepción más grande, por favor te escribo por última vez que aparezcas, que me hables y me digas: soy yo aquella que tanto has buscado Te podría escribir muchas cosas, decirte muchas otras más, pero solo escribiré esto ¡te amo!.



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